Finalmente, con sus 3,300kg a las 2:30 de la madrugada (una hora menos en Canarias), vino al mundo una criatura preciosa, a la que esperábamos con muchísima ilusión. Desde aquí, una vez más, felicidades a los recién estrenados papás. Hace unas horas, he recibido a través del móvil, la primera fotografía de mi sobrino "postizo", y sentí una emoción inmensa, así que debe ser indescriptible la alegría de sus padres, al tenerlo entre sus brazos.
Ayer, leyendo varios blogs que sigo habitualmente, me encontré con un post que me gustó mucho. La amiga Meme desde su blog, nos hacía su particular descripción de la persona que se encuentra detrás de la pantalla. Le comenté que era una bonita idea, aunque confieso que también es uno de los momentos más difíciles para quien teclea, porque buscar las palabras que mejor nos definen, es una tarea harto difícil.
La verdad es que si hay alguien que sigue habitualmente estos retales (espero que sí), se habrá hecho una idea bastante aproximada de cómo ha sido mi vida en este último año, quizás incluso, también sobre mi forma de ser, porque tal y como me dijo alguien: "eres demasiado transparente, y eso puede causarte un problema añadido". Quizás tenga razón, pero ya he contado que estos retales nacieron a modo de diario personal, y desde luego, podemos engañar al mundo aparentando lo que no somos, pero jamás conseguiremos engañarnos a nosotros mismos, asumiendo un papel con el que no nos sentimos identificados.
En fin, que voy a tratar de contarte un poco más de cómo es esta chica que se hace llamar Magdalena:
"Magdalena es una mujer pequeña y fácil de descubrir, porque su mundo transcurre tras unos cristales trasnparentes, que poco o nada, pueden esconder.
Presume de ser una mujer fuerte y autosuficiente, pero ya se sabe: "dime de qué presumes, y te diré de lo que careces".
Le encantaría ser como esas personas a las que la mayoría de las cosas no les afectan, porque se siente frágil en demasiadas ocasiones, y aunque sabe que no se va a romper con facilidad (en el fondo es más fuerte de lo que cree) le da demasiada importancia a cosas que quizás pueden resultar insignificantes para otras personas (un gesto inoportuno o una palabra inapropiada).
Magdalena detesta las metiras, grandes o pequeñas, porque la mentira, sea del tamaño que sea, es una mentira. Ya convivió demasiado tiempo con ellas, verdades a medias, medias verdades...en definitiva mentiras que sólo derivan en desconfianza y la desconfianza es su peor enemiga.
Le gusta aparentar que ningún problema es demasiado grande o importante, aunque cae con bastante facilidad en el desánimo. Los que la conocen bien, piensan que "no debería tomarse las cosas a la tremenda".
Con el tiempo, ha aprendido a ser una mujer paciente, pero no a "morderse la lengua". No puede evitar decir lo que piensa, aunque sepa muchas veces, que lo que piensa, probablemente no sea del agrado de mucha gente.
Necesita sentirse querida, aunque a veces olvide que los demás quizás también lo necesiten.
Es cariñosa pero sin "empalagar", y si pudiera cambiar algo de su vida, sería la falta de mimos y cariños durante su infancia. Sabe que su familia la quiere, pero no lo han sabido expresar o transmitir de la mejor forma. Por eso , siempre anheló tener una familia unida y cariñosa, en la que se sintiera a salvo, segura. Un beso de buenas noches, un abrazo de felicitación por sacar buenas notas, un cuento infantil antes de dormir, o un simple "te quiero mucho", en los momentos más difíciles de su vida.
La consecuencia más notable de esa falta de cariño físico y emocional, es la imperiosa necesida de sentirse querida, apreciada e importante, para las personas que son importantes para ella.
Magdalena es luchadora, incansable, y amiga de sus amigos, aunque reconoce que tiene menos de los que le gustaría. No es que sus amigos de verdad le hayan fallado, sólo que no encaja en cualquier grupo que se tercie.
Se considera una mujer madura aunque la mayoría de las veces se comporta como una niña. Le aterra cumplir años y sentir que su carácter y su forma de ser, no se ajusta a la edad de su D.N.I., pero sabe que no va a cambiar, porque siempre ha pensado que la edad que se tiene, a veces no coincide con la que se siente.
Uno de los grandes defectos que procura pulir con los años, es no saber decir No. Eso le ha dado muchos disgustos a lo largo de su vida. Sabe que una de las cosas que debe aprender, es a pensar más en sí misma y luego en los demás, sin caer en el egoísmo. Porque se ha preocupado más del bienestar de los otros, que del suyo propio.
Es coqueta, aunque le puede más la comodidad en su día a día, pero no saldría de fiesta sin antes haberse tomado su tiempo en "acicalarse", hasta que el espejo, le devuelva una imagen aceptable de sí misma.
Piensa demasiado en el futuro, por lo que a veces siente que no disfruta lo suficiente de su momento actual. Le cuesta tomar decisiones tan simples como elegir el color de su cepillo de dientes, en cambio, cuando se trata de cuestiones realmente importantes, se sorprende a sí misma con una actitud firme y segura.
Le gusta pedir opiniones, y consultar la mayoría de las cosas que le preocupan, aunque luego le fastidie sentirse condicionada por lo que piensen los demás.
Es una mujer tradicional aunque de mentalidad abierta, por lo que tiene bastante facilidad para adaptarse a distintas situaciones y formas de pensar, aunque al final, cuando tiene algo muy claro, nada ni nadie la hará cambiar de parecer. Sobre todo, porque es fiel a sí misma, y sabe que actuar de una forma distinta a lo que es y siente, no la dejará dormir tranquila.
Tiene por tanto, una relación amor-odio con su conciencia. Es incapaz de traicionarla, por eso la odia, pero al mismo tiempo se siente bien, por esa fidelidad incondicional.
Le teme a la traición, a la soledad, a los hidratos de carbono, a las manchas de la piel, a las enfermedades (aunque no es hipocondríaca) y siente una fobia desmesurada hacia los roedores e insectos varios.
Perfeccionista hasta la saciedad, si cree que algo se puede mejorar, le da exactamente igual empezarlo de nuevo, aunque haya invertido mucho tiempo anteriormente.
Le apasionan las miniaturas de todo tipo. De esa pasión han nacido muchas de sus colecciones.
Le encanta leer, la música en español, hacer autodefinidos, tumbarse al sol, y los preparativos de cualquier tipo de celebración.
Le gusta ser original, sorprender y que la sorprendan, cuidar los pequeños detalles y la gente que siempre tiene una sonrisa.
Disfruta con las cosas sencillas y sus gustos suelen ser bastante simples. No entiende de firmas ni de grandes marcas y no soporta a las personas que sólo se preocupan de cosas superficiales.
Le gustaría acabar con su sentimiento de inferioridad y valorarse un poco más, de hecho, sabe que hay personas que la admiran por su forma de ser, aunque no termina de creérselo. Le cuesta sentirse guapa y atractiva y se le suben los colores con demasiada facilidad, especialmente cuando recibe un halago.
Necesita imperiosamente agradecer cualquier detalle que tengan con ella, porque no está acostumbrada a recibir favores. En cambio, sería capaz de hacer cualquier cosa por quienes le importan de verdad, aunque sepa que no se lo van a tener en cuenta y le duela la ingratitud.
Magdalena es en el fondo una mujer compleja pero fácil de descubrir. Demasiado crítica y dura consigo misma y demasiado permisiva con los demás".
Podría seguir contando muchas más cosas sobre mi, porque yo misma me estoy sorprendiendo en este recorrido por mi persona, pero creo que con esto, ya te puedes hacer una ligera idea de quién es y como es, esa mujer que plasma sus vivencias e inquietudes, en forma de retales.
"Soy todo lo que se ve a simple vista y también todo, lo que la mayoría de los ojos, no son capaces de descubrir. Pero si de algo estoy completamente convencida, es de que Magdalena es una persona de buenos sentimientos, incapaz de hacer daño de forma consciente, ni siquiera a la persona que la lastime con toda la intención".