viernes, 6 de octubre de 2017

¿Me dejas pasar?

Vuelvo como la mano que se escondió después de tirar la piedra.
Como la amante furtiva que escapa en la penumbra, sin apenas abrir la puerta.
Como la vieja que se esconde detrás del visillo sin perder detalle de lo que observa.

Regreso tras demasiado tiempo en la sombra, fabricando mi propia celda.

Como la corriente de agua que fluye sin pausa y se pierde detrás de la cerca.
Como el niño extraviado que tras ser encontrado, olvida la angustia que hay tras la pérdida.

Llego como la hija pródiga que a pesar del tiempo pasado, reconoce el que fuera su hogar.
Como el cobarde que encuentra la fuerza para no volver a flaquear.
Como la flor que tras el largo invierno marchita,  despierta a la primera.

Arribo a este rincón de sueños y desvaríos, de amargos y dulces recuerdos.
Como la mujer que soy ahora sin perder de vista a la niña aquella.
Con la madurez  que dan los años y la crisis de los cuarenta.
Con las arrugas de la vida y un equipaje de experiencias.

Aquí estoy con el corazón abierto y algunas costuras nuevas.
Con palabras y silencios, con olvidos y promesas.
Con verdades escondidas y mentiras descubiertas.
Con proyectos e ilusiones, con miedos y con tristezas.

Con retales de mi vida...para seguir tejiendo con letras.
Con una maleta llena de sueños y otro equipaje que aún vacío me pesa.
¿Quieres dejarme pasar?
¿Puedes abrirme la puerta?

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