sábado, 7 de abril de 2018

Conexión inconexa

Ya sé que hace poco tiempo que nos conocemos y en realidad lo que se dice conocernos, nos conocemos más bien poco. Pero ¿sabes aquello de que hay gente que llega a tu vida y es como si llevara toda la vida en ella? pues algo así me sucedió contigo. 
Un cruce de palabras, un mirarnos a los ojos y sin saber cómo, cuando me di cuenta amanecía contigo aún sin dormir a tu lado. Por cierto, qué ganas tengo de dormir contigo. Sí, no te asustes, que sólo hablo de dormir. Porque aunque no te lo creas, soy de las que piensa que lo difícil  es dormir con alguien y despertar a su lado con la ropa puesta. Y no es que no me apetezca explorar tu cuerpo y fundirme entre tus brazos, es sólo que para mi es más importante dormir con alguien que acostarme con él. Para lo segundo, muchos valen, lo difícil es encontrar a ese alguien con quien querer despertarse. 
A lo que iba, llegaste y fue como si siempre hubieras estado emitiendo señales. Tu presencia entró de lleno en mi frecuencia y no hablo de la horaria precisamente, que en eso, somos muy dispares. A mi me gusta la noche, el silencio, la calma y tú eres de los "normales". No es que yo no lo sea, sólo que para serte sincera, me gusta vivir la noche que no es igual que vivir las noches en vela.
No sé exactamente qué pasó pero sentí un chispazo casi de inmediato. Todo mi ser quería conectarse con el tuyo. Fue como si de pronto, mi cuerpo, mi mente y mi vida resucitaran. Fue un resurgir de lo hondo, un regresar de la nada. Lo confieso: estaba un poco muerta, seca y desganada.
Y en un alarde sincero, también te confieso que  ya me he dado cuenta de que tu mundo y el mío tienen una conexión inconexa. No termino de encontrarte porque das demasiadas vueltas.
Tú tienes mi tornillo pero yo no soy tu tuerca. Tú quieres llenar un vacío pero no es el mío el que llenas.
No sé por qué te cuento esto, si en realidad no somos nada, ni lo fuimos y lo más probable es que nunca lleguemos a serlo. Mi suerte y la tuya, juegan en campos distintos. Mis labios y tu boca son rivales de juego. Tú crees que si gano yo, eres tú quien sale perdiendo y aunque me dejaría ganar con tal de robarte un beso, no quiero ganar perdiendo. Ojalá te dieras cuenta, de que vale la pena el intento, porque despertarme a tu lado para mi no es ningún un juego.
Me gustaría pensar que aún podemos ser algo más que dos extraños, algo más que dos amigos, algo más que dos mitades y algo más que dos destinos.
Si por lo que fuera no pudiera ser, sólo quiero que sepas, que ha sido un placer el haberte conocido.

6 comentarios:

  1. ¡Bonita entrada, Magdalena!
    Siempre es un placer leerte...
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Me encanta "tú tienes mi tornillo pero yo no soy tu tuerca" y seguimos empeñados en apretar cada vez más. Pero... Y si algún dia encajan?.
    Me gustó mucho compi.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dicen que "si el amor aprieta", no es tu talla. Gracias compi.

      Eliminar
  3. Precioso.cada día me gusta más tu manera de escribir.

    ResponderEliminar
  4. Guauuu! Que maravilla!

    Fdo. Tu extraño.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu huella